¿Cómo se usan las comillas?

En español se utilizan tres tipos de comillas: las comillas latinas, españolas o angulares (« »), las comillas inglesas (“ ”) y las comillas simples (‘ ’). La regla general indica que en primer lugar se usan las comillas latinas, en segundo lugar se usan las inglesas y en tercer lugar se usan las simples. Ejemplifiquemos con este fragmento extraído de la Ortografía y ortotipografía del español actual (OOTEA 3), de José Martínez de Sousa (2014): «El Eterno habló a Moisés y dijo: “Habla a toda la asamblea de los hijos de Israel y diles: ‘Sed santos, porque yo soy santo, el Eterno, vuestro Dios’”» (p. 340). Como verán, en este caso, se da la conjunción de los tres tipos de comillas y se emplean en el orden mencionado.

Uso de las comillas latinas

1. Para encerrar citas directas, esto es cuando se reproducen las palabras exactas dichas o escritas por otra persona. Se debe tener en cuenta la extensión de la cita. Según Martínez de Sousa (2001), si la extensión de la cita es de tres a seis líneas, se escribe entre comillas dentro del cuerpo de texto; si la extensión es mayor a seis líneas, se escribe en párrafo aparte, con cuerpo de letra menor al normal, sangría de primera línea, letra redonda y sin comillas.

Por otra parte, se debe tener en cuenta que, cuando en una cita directa se incorporan comentarios de quien cita, se deben utilizar las rayas (—). Véase el siguiente ejemplo: «Es imprescindible —señaló el ministro— que se refuercen los controles sanitarios en las fronteras» (Martínez de Sousa, 2014, p. 339).

Para las citas indirectas, no se utiliza ningún signo ortográfico.

2. Para indicar el significado de una palabra, sintagma o frase. Puede ocurrir que la voz que se define esté explícita o que no lo esté.

a. Explícita: La palabra champión significa «calzado deportivo».

b. El nombre de la semántica proviene del griego y significa «significativo».

Nótese, además, que cuando nos referimos a una palabra —esto se llama metalenguaje— (como ocurre en el primer ejemplo) utilizamos la cursiva, no las comillas.

3. En literatura, para encerrar los pensamientos de los personajes expresados en cita directa. Si el pensamiento está expresado en cita indirecta, no se marca con ningún signo ortográfico.

4. Para expresar ironía. Este es un uso de las comillas que muchas personas desconocen y caen en el error de utilizarlas para marcar el sentido metafórico de una palabra, pero ¡cuidado!, porque pueden acabar dando un mensaje confuso y parecer que están siendo irónicos. Un ejemplo de este uso podría ser: La fiesta fue «muy divertida».

5. Para encerrar las partes de libros o publicaciones (como capítulos, artículos de revistas, etcétera). En este punto, debemos aclarar que la obra se escribe en cursiva y la parte entre comillas. Por ejemplo: «La ecología», De plantas y animales: Acercamientos literarios, Ida Vitale. Como ven, el capítulo va entre comillas y el libro en cursiva.

6. Para encerrar los títulos de conferencias y discursos. Por ejemplo, «El futuro de la lengua española en Estados Unidos», II Curso de Verano del Instituto Cervantes.

Uso de las comillas inglesas

Las comillas inglesas solo se utilizan en el caso de conjunción de varios entrecomillados. Por ejemplo, si dentro de una cita directa se incluye otra cita directa, esta última se escribe entre comillas inglesas (ver el primer ejemplo dado en esta entrada). No se recomienda utilizarlas en lugar de las comillas latinas.

Uso de las comillas simples

1. Para encerrar textos que ya se encuentran entre comillas inglesas (ver la primera parte de esta entrada).

2. Para indicar que una palabra, un sintagma o una oración están utilizados en su valor conceptual o como explicación de otros. Ejemplos extraídos de la OOTEA 3 (Martínez de Sousa, 2014, p. 340):

a. «La nieve es blanca es un enunciado», pero «El enunciado ‘La nieve es blanca’ es verdadero» es una proposición de un metalenguaje.

b. Me refiero a atado ‘adjetivo’ y no a atado ‘sustantivo’.

3. Para encerrar porciones de texto utilizadas como ejemplo, en los textos que están sobrecargados de cursivas.

4. En internet, se utilizan en lugar de las cursivas, cuando en los sitios no se permite emplear la cursiva (como ocurre en las redes sociales, por ejemplo). Esto sería en el caso del metalenguaje y de los títulos de publicaciones:

a. La palabra ‘champión’ se utiliza en Uruguay para referirse al calzado deportivo.

b. La autora de ‘De plantas y animales: Acercamientos literarios’ es Ida Vitale.

Es importante insistir en que este es un uso restringido a internet en sitios en los que no se puede utilizar la cursiva.

Las comillas y otros signos ortográficos

1. Coma, punto y coma, dos puntos: Se colocan siempre después de las comillas de cierre. Ejemplo: «¡Basta!», dijo Juan.

2. Signos de exclamación e interrogación:

Si la exclamación o la pregunta corresponden al texto entrecomillado, se colocan adentro:

a. «¡Qué sorpresa!», pensó Claudia.

Si las comillas encierran texto que se encuentra dentro de la exclamación o la interrogación, se escriben afuera:

b. ¡Sí, claro, estás «tranquilo»!

3. Punto:

Si el texto entrecomillado se encuentra al comienzo del párrafo o luego de signo ortográfico que finalice el párrafo anterior, el punto debe colocarse dentro del entrecomillado porque estas inician y cierran el fragmento. Los ejemplos que siguen fueron extraídos del Diccionario de la lengua española, de la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española (RAE y ASALE).

a. «[La semántica es la] disciplina que estudia el significado de las unidades lingüísticas y de sus combinaciones.»

Si el texto entrecomillado se encuentra luego de dos puntos, coma, puntos suspensivos u otro signo que no cumpla la función de punto, este debe colocarse fuera del entrecomillado porque el fragmento inicia fuera de las comillas.

b. Semántica: «Disciplina que estudia el significado de las unidades lingüísticas y de sus combinaciones».

Es necesario destacar que, en este segundo ejemplo, aunque el fragmento entrecomillado finalizara con un signo interrogativo o exclamativo, debería colocarse el punto fuera de las comillas.

Este fue un pequeño resumen del uso de las comillas, si quieren profundizar más en el tema, recomiendo leer la Ortografía y ortotipografía del español actual, de José Martínez de Sousa (texto que fue tomado como referencia para realizar esta entrada), también pueden consultar los manuales de estilo, en este caso se utilizó el Manual de estilo de la lengua española, también de José Martínez de Sousa. Pueden consultar también Palabas más, palabras menos. Herramientas para una escritura eficaz, de María Cristina Dutto, Silvia Soler y Silvana Tanzi, y la Ortografía básica de la lengua española, de RAE y ASALE, entre otras obras normativas a las que pueden consultar en caso de dudas.

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