Es muy frecuente en textos periodísticos, administrativos y divulgativos encontrar el adjetivo mismo como demostrativo, posesivo o pronombre. Si bien este uso está muy extendido, no es recomendable y es preferible evitarlo.
El adjetivo mismo tiene los siguientes usos, según se expresa en la Nueva gramática de la lengua española (NGLE, p. 251):
1) Identificativo: Para indicar semejanza o igualdad. Por ejemplo: Esa chica tiene la misma chaqueta que yo.
2) Enfático: Se utiliza como refuerzo enfático y puede ir antepuesto o pospuesto al sustantivo, admite paráfrasis con expresiones como justamente, precisamente o el adjetivo propio. Por ejemplo: Y son los mismos empleados que no se respetan entre sí. También admite paráfrasis con expresiones como hasta, incluso, en persona, nada menos que. Como en: Le comentó a su compañero que tenía problemas financieros. Y el mismo compañero se encargó de ayudarlo. En este uso, también podría anteponerse a los pronombres personales, como en: Él mismo se encargó de ayudarlo. Además, puede tener valor discriminativo, por ejemplo: Ella misma me lo dijo.
3) Reflexivo: Modifica a los pronombres reflexivos o a los pronombres personales que adquieren valor reflexivo gracias a él. Ejemplos: Juan no se respeta a sí mismo y Lo quiere para ella (misma).
4) Ejemplificativo: En este caso, mismo expresa la falta de preferencia por lo que se propone o se sugiere y admite como paráfrasis las expresiones sin más consideraciones, sin ir más lejos, sin pensar más o por ejemplo. Como en: —¿Cuándo vamos a preparar el proyecto?
—Mañana mismo.
Los indicados anteriormente son los usos cultos del adjetivo mismo, pero la realidad nos indica que es muy usado como demostrativo, posesivo o pronombre, se utiliza como elemento anafórico. Este uso de mismo no es recomendable porque, además de ser innecesario, dificulta la lectura.
Comencemos por definir qué son los demostrativos, los posesivos y los pronombres:
1) Los demostrativos son determinantes, pronombres o adverbios que identifican a algo o a alguien por la distancia en la que se encuentra en relación con el hablante o el oyente (NGLE, p. 327). Por ejemplo: en este lápiz,el objeto se encuentra cerca del hablante; en cambio, en ese lápiz o aquel lápiz,deducimos que el objeto se encuentra lejos del hablante. La NGLE distingue entre demostrativos con flexión y demostrativos sin flexión. Para el caso que queremos estudiar aquí, nos interesan los demostrativos con flexión, que son: este, ese, aquel, tanto, tal. Todos pueden flexionarse en género y en número, excepto tal que solo puede flexionarse en número (NGLE, p. 329).
Los determinantes y pronombres demostrativos se utilizan para marcar la relación anafórica (cuando remiten a algo mencionado antes en el texto) o catafórica (cuando remiten a algo que se mencionará después). Se suele establecer una correlación entre aquel y este cuando los demostrativos refieren a dos grupos nominales que aparecieron previamente en el texto. Aquel se vincula al más lejanoy este al más cercano. (NGLE, p. 332.)
2) Los posesivos son determinantes y adjetivos que expresan posesión o pertenencia, como mi, tu, su, mío, tuyo, suyo. Estas expresiones equivalen a grupos preposicionales introducidos por la preposición de. Pueden coordinarse con ellos o sustituirlos. (NGLE, p. 343.)
3) Los pronombres personales presentan características de persona. Se caracterizan por designar a los participantes en el discurso. Los pronombres personales pueden presentar diversas formas, según la persona gramatical y el caso, distinción que en este artículo no nos interesa tratar. Son pronombres personales, por ejemplo: yo, tú/vos, usted, él/ella, nosotros/nosotras, vosotros/vosotras, ustedes, ellos/ellas, ello, etc., (NGLE, p. 299).
4) Los pronombres, adverbios o determinantes relativos son aquellos que encabezan oraciones subordinadas de relativo. Los pronombres relativos son: que, quien y cuanto y los formados por el artículo determinado y el relativo que o cual (el que, la que, lo que, los que, las que y el cual, la cual, los cuales, las cuales). También son relativos el determinante posesivo cuyo (cuya, cuyos, cuyas) y el adverbio donde, adonde, como y cuando (NGLE, pp. 835, 837).
A continuación, veremos algunos ejemplos extraídos de Palabras más, palabras menos (pp. 148-149) sobre el uso no recomendable de mismo:
Ejemplo en el que el mismo/la misma puede sustituirse por un demostrativo:
- Integra la asociación, pero en la misma no tiene aliados.
- Integra la asociación, pero en esta no tiene aliados.
Ejemplo en el que puede sustituirse por un posesivo:
- Conoce al dueño del bar y a todos los parroquianos del mismo.
- Conoce al dueño del bar y a todos sus parroquianos.
Ejemplo en el que puede sustituirse por un pronombre personal:
- Los defectos de la obra no restan a la misma su valor testimonial.
- Los defectos de la obra no le restan su valor testimonial.
Ejemplo en el que directamente puede eliminarse:
- Leyó con expectativa el best seller del que todos hablaban; sin embargo, en el mismo no encontró nada apasionante.
- Leyó con expectativa el best seller del que todos hablaban; sin embargo, no encontró nada apasionante.
- Ejemplo extraído de las redes sociales, en el que puede sustituirse por un pronombre relativo:
- El próximo lunes, será la última clase del año. En la misma rendiremos el examen final…
- El próximo lunes, será la última clase del año. En la que rendiremos el examen final…
Como ven, existen otras expresiones que podemos utilizar en lugar de el mismo… y en algunos casos ni siquiera necesitamos de otras expresiones. La razón principal por la que muchos hablantes lo utilizan es porque creen que están haciendo una aclaración importante, creen estar eliminando una posible ambigüedad, cuando en realidad logran el efecto contrario, vuelven el texto redundante y denso.
Bibliografía:
Dutto, María Cristina, Silvia Soler y Silvana Tanzi: Palabras más, palabras menos, pp. 148-149.
RAE: Diccionario panhispánico de dudas, «mismo -ma.», <http://lema.rae.es/dpd/srv/search?id=apcQb0FGPD6m7ysHSu>, consultado: 2/9/2017.
RAE y ASALE: Nueva gramática de la lengua española, «El adjetivo y otras clases de palabras», Madrid: Espasa, 2010, § 13.4.3e, p. 251.
‒ Nueva gramática de la lengua española, «Los demostrativos», Madrid: Espasa, 2010, pp. 327, 329, 332.
‒ Nueva gramática de la lengua española, «Los posesivos», Madrid: Espasa, 2010, § 18.1.1, p. 343.
‒ Nueva gramática de la lengua española, «El pronombre personal. La correferencia. Las formas de tratamiento.», Madrid: Espasa, 2010, § 16.1, p. 299.
‒ Nueva gramática de la lengua española, «Oraciones subordinadas de relativo», Madrid: Espasa, 2010, pp. 835, 837.
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